En la era digital, donde la atención es un bien escaso y preciado, las empresas se enfrentan al desafío de destacarse entre la avalancha de mensajes que inundan las bandejas de entrada de correo electrónico. En este contexto, el email-marketing se erige como una herramienta poderosa para llegar a los clientes potenciales, pero ¿cómo asegurarse de que tus correos electrónicos sean abiertos y leídos? La respuesta radica en la experimentación empresarial y el uso inteligente del AB Testing.
Nos pondremos como foco en este artículo entender un caso de uso de la experimentación en las empresas y en particular, en un desafío de los equipos de marketing: mejorar la tasa de apertura de sus mensajes de correo.
El AB Testing, o prueba A/B, es una técnica sencilla, que procura traer al mundo de los negocios la lógica utilizada por las ciencias para construir conocimiento y distinguir qué funciona para mover una variable objetivo.
En base a hipótesis que generaremos sobre lo que puede o no resultar interesante o atractivo para nuestros clientes, buscaremos identificar relaciones causales que permitan encontrar variables explicativas (“estilos de asunto de email” por ejemplo) que nos ayuden a impactar una variable independiente o “explicada” (tasa de apertura).
Nos valdremos para ello de un grupo de tratamiento (una muestra de clientes que verán una versión modificada de nuestro e-news) y un grupo de control (que continuará viendo la versión habitual). El experimento abordará a ambos grupos en simultáneo, prestando atención a varios puntos para garantizar la fiabilidad del resultado que obtengamos.
En primer lugar, procuraremos que las muestras resulten comparables entre sí (es decir, que no sean “sesgadas”), que cumplan con los tamaños mínimos requeridos estadísticamente para que el resultado sea confiable.
A su vez, buscaremos que ambas participen del experimento en simultáneo, de modo tal de evitar efectos de “variables extrañas”, o que si las hubiera afecten a ambos grupos por igual. Al final del día, lo que queremos ver es si, a todo lo demás constante, la intervención que estamos testeando (ejemplo: un asunto de mail distinto entre ambos grupos) genera diferencias significativas en la performance sobre la métrica objetivo (ejemplo: tasa de apertura del mail), obviando cualquier otro cambio.
Contrario a la noción de “probar por probar”, el AB Testing requiere una hipótesis bien construida detrás de cada variación probada. En el contexto del email-marketing, esto implica probar diferentes elementos del correo electrónico, como el asunto, el contenido, la llamada a la acción, entre otros, y analizar los resultados para tomar decisiones informadas.
Ahora que comprendes el poder del AB Testing, es hora de ponerlo en práctica. Aquí hay algunas ideas de experimentos que podrías probar en tus campañas de email-marketing:
Asunto del correo electrónico: Prueba diferentes líneas de asunto para ver cuál genera una mayor tasa de apertura. Por ejemplo, podrías probar un enfoque más descriptivo frente a uno más creativo o emocional.
Contenido del correo electrónico: Experimenta con la longitud y el tono del contenido del correo electrónico. ¿Tu audiencia responde mejor a correos electrónicos cortos y directos o prefieren contenido más detallado y descriptivo?
Llamada a la acción (CTA): Varía el texto y el diseño de tu CTA para ver qué versión genera más clics. Por ejemplo, podrías probar diferentes verbos de acción o colores llamativos para destacar tu CTA.
Momento del envío: Prueba diferentes momentos del día y días de la semana para enviar tus correos electrónicos. ¿Tu audiencia está más receptiva por la mañana, durante el almuerzo o por la noche? Experimenta para averiguarlo.
Imagina una empresa ficticia, una tienda de ropa en línea llamada “ModaExpress”, que desea aumentar la tasa de apertura de sus correos electrónicos promocionales. La hipótesis de la empresa es que un enfoque más personalizado en el asunto del correo podría generar una mayor respuesta por parte de los suscriptores. Para probar esta hipótesis, ModaExpress realiza un experimento donde envía dos versiones de su correo electrónico promocional: una con un asunto genérico (“¡Oferta imperdible en ModaExpress!”) y otra con un asunto personalizado que incluye el nombre del suscriptor (“¡[Nombre del Suscriptor], descubre tu oferta exclusiva en ModaExpress!”).
Tras analizar los resultados del experimento, ModaExpress descubre que la versión con el asunto personalizado tiene una tasa de apertura un 20% más alta que la versión genérica. Como resultado, la empresa decide implementar el uso de asuntos personalizados en sus futuras campañas de email-marketing para aumentar la interacción con sus clientes.
En un mundo donde la competencia por la atención del consumidor es feroz, la experimentación empresarial se vuelve indispensable para destacarse en el mercado. A través del AB Testing en email-marketing, las empresas pueden identificar qué enfoques y estrategias generan los mejores resultados y optimizar continuamente sus campañas para maximizar el compromiso del público objetivo.
Es importante destacar que muchas plataformas de email-marketing ofrecen funcionalidades integradas de AB Testing, lo que facilita la implementación de experimentos sin costos adicionales significativos. ¿Estás listo para comenzar a experimentar y llevar tus campañas de email-marketing al siguiente nivel?
¡La atención de tus clientes potenciales está ahí fuera, esperando ser capturada! Con MyBusinessLab como tu aliado, estás en una posición privilegiada para destacarte y alcanzar el éxito en el competitivo mundo del email-marketing.
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Bs As, Argentina. 2024